El ex marido de Susana Giménez, Huberto Roviralta, contraerá matrimonio con Laura, una supuesta condesa, pero además del título nobiliario -algo que en nuestro país no tiene valor desde el año 1813- la futura señora Roviralta tendria en su cuenta bancaria varios millones de dólares.
La información sobre el futuro casamiento del polista se intenta manejar en un total hermetismo, ya que la futura esposa de Huberto teme mediatizar su vida privada, algo que sufre su futuro marido por haber sido el marido de Susana, una figura que siempre es noticia,.
Sin embargo, rumores y comentarios surgidos de la esfera íntima de la “condesa” habrían confirmado la boda y hasta se adelantó que la pareja se uniría en matrimonio a mediados de 2009, según publicó el sitio Hace Instante.
Algunos indiscretos allegados aseguran que la futura esposa de Huberto Roviralta tiene una historia similar a la del cuento Cenicienta. Hace algunos años esta mujer -a la que se conoce por el nombre de Laura- trabajaba como una simple empleada, hasta que un día la vio un magnate millonario.
Sin duda que la belleza de la joven mujer habría impactado tan fuerte que el caballero le propuso una vida llena de lujos y placeres, pero para aceptar esta nueva vida la mujer tendría que relegar a sus hijos, aunque nadie habla de abandono, si se habría planteado una suerte de distancia.
El amor nacido entre Laura (la futura esposa de Huberto) y Federico (el magnate) duró más de 8 años hasta que un día él comenzó a centrar su atención amorosa en una hermosa mujer de Paraguay.
Compromiso formal
Una vez divorciada, la mujer conservó el titulo de “condesa” y comenzó una nueva vida acompañando al polista e ingeniero.
Hoy, la pareja se encuentra pasando por su mejor momento y planeando una boda que según cuentan será la mas fastuosa de los últimos tiempos de la Argentina.
Así, Huberto contraerá matrimonio con Laura, una ignota condesa de buen pasar económico, un “condimento” importante a la hora se afianzar la relación entre ambos y que no sería de pareja solamente, sino que habría un compromiso mas formal como el matrimonio.
Seguramente, la cuestión patrimonial de los futuros cónyuges quedaría resguardada y nadie cree que sigan el consejo del viejo refrán “lo tuyo es mío y lo mío es tuyo”. La experiencia de ambos indicaría el camino a seguir.
Fuente: www.popularonline.com.ar
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