La actriz encarna a la ex premier británica en el polémico film “La dama de hierro” que se estrena hoy aquí y en todo el país.
A los 62 años, la gran actriz estadounidense se recupera con frescura y buen humor de uno de los principales retos de su carrera: personificar a un duro icono británico como es la ex primer ministra británica Margaret Thatcher, cuestionada en su propio país y a nivel mundial.
“Ella no podía permitirse ni la risa ni las lágrimas porque sabía que eso sería percibido como una señal de debilidad”, dijo Meryl Streep sobre la polémica dirigente del Partido Conservador inglés.
“También manipuló su voz, su acento, su tono, para convertirse en líder. Es imposible reproducirlo. Por eso, era un reto enorme volver hacia atrás en su vida e intentar descubrir cuándo fue cobrando forma, en qué momento dejó atrás sus orígenes como hija de un tendero en Grantham, cuándo emergió esa presencia impenetrable, cuándo se puso esa máscara y qué es lo que había debajo de la máscara”, explicó Streep.
Para forjar la dicción de la dirigente británica, Streep estudió y ensayó durante semanas, después de analizar imágenes de la época, con la ayuda de una prótesis facial.
“Me gasté todo el dinero del mundo durante tres años en clases de arte dramático, pero nadie me enseñó a respirar ni a usar con autoridad el torrente de voz como lo hacía Margaret Thatcher”.
“La falta de sentimientos que siempre se le ha achacado ya la mostraba cuando era una joven política. Era muy importante reflejar bien las manifestaciones de aquella personalidad porque tienen mucho que ver con la percepción que se tiene de ella: su grandiosidad, su presencia, la majestuosidad que imprimía a sus opiniones”, señaló la protagonista.
“Puse mucho de mí en este personaje porque ya soy vieja y entiendo mejor las cosas. Sé lo que supone un matrimonio de larga duración, cómo te aferras a él como a una roca en medio de una tormenta. He introducido cosas que ahora sé, como mi propia sensación de facultades disminuidas, que vas notando de forma gradual en cosas pequeñas como subir las escaleras y no acordarte de por qué subías”, añadió.
Sobre su postura frente a la dirigente política, Streep reconoce que “hice muchos más juicios sobre Margaret Thatcher cuando tenía 28 años que ahora. Cuando te acercás a un personaje solo intentás acercarte a la verdad de ese personaje y da igual si te gusta o no te gusta. En aquella época fui desdeñosa con ella porque es lo que uno suele hacer con los personajes públicos cuando es joven: o te gustan o no te gustan. Lo que es subversivo sobre esta película es que refleja el costado humano de Margaret Thatcher”.
“En el fondo, humanizar a Margaret Thatcher ha sido un acto subversivo. Creo que nadie se había atrevido antes. Hasta ahora pervivían de ella dos imágenes totalmente enfrentadas y exageradas: la del ícono y la del monstruo. La intención era demostrar que bajo esos dos clichés había un ser humano, con sus puntos fuertes y sus debilidades”, añadió la actriz.
La crítica especializada se ha deshecho en elogios hacia la interpretación de Streep y ha dicho que su papel debería hacerle ganar su tercer Oscar, luego de los obtenidos por “Kramer vs. Kramer” en 1979 y “La decisión de Sophie”, en 1982.
Fuente : www.losandes.com.ar
No hay comentarios.:
Publicar un comentario