domingo, 24 de agosto de 2008

ADABEL GUERRERO SE CONVIRTIO EN LA REVELACION DE BAILANDO OSADA, ESCULTURAL Y SIN TAPUJOS


Adabel Guerrero se erigió como la gran revelación de Bailando por un Sueño 2008 por técnica y gracia en todos los ritmos. Pero le tuvo que imprimir un toque especial para que los ojos del jurado y del público se posaran en la vedette: la osadía para desnudarse y mostrar sus lolas recién remodeladas.
La escultural rubia sorprendió con un topless infernal en el adagio, volvió a infartar en la danza árabe y ahora con el strip dance dejó sin aliento a la audiencia. Y para el deleite de la platea masculina tendrá mucho más para mostrar, porque Adabel también participará de Patinando por un Sueño que arranca mañana.
A diferencia de Karina Jelinek o Laura Fidalgo en Bailando, Guerrero debió abrirse solita el camino y figurar en el pelotón de las que mejor baila: tiene técnica y carisma. Es completa como bailarina, pero ella sabía que con eso sólo no alcanzaba. Por esa razón, implementó un marketing personal sobre una mujer fatal. Los resultados, por ahora, son muy efectivos. A esta altura del partido ya casi nadie recuerda que Adabel entró en reemplazo de La Cicciolina.
Adabel cada vez más acapara la atención de Marcelo Tinelli y empieza a tener tanta pantalla como La Tota Santillán con sus historias de amor. En menos de dos meses le adjudicaron tres romances. La vedette terminó una larga relación con alguien ajeno al medio, luego apareció en compañía del relacionista público Pablo Cerruti. Pero dicen que él sería una pantalla y que estaría muy enamorada de un productor de Ideas del Sur. Ella cortó por lo sano con los comentarios: “Yo estoy sola”. Ya se ganó al presidente del jurado, Gerardo Sofovich, con quien va a trabajar en el verano.
La pista de Bailando está que arde. Las polémicas están cada vez más calientes mientras las peleas y los enfrentamientos entre los participantes se acrecientan gala a gala. Pero, Adabel iría en sentido contrario. Se acaba de amigar con todas con las que se enfrentó.
La última de ellas fue con Marixa Balli, quien ingresó en reemplazo de Jelinek, y dijo de Adabel: “Yo a ella la adoro. me inspira mucho cariño y mucha ternura. Está todo bien con ella”. A lo que Guerrero respondió que las diferencias del pasado quedaron resueltas: “La verdad es que yo nunca tuve problemas con Marixa. Ella me acusó de trepadora y me hizo alejar de un espectáculo en el que yo la había convocado por un casting. Yo la elegí, después ella empezó una relación con el productor de la obra y quedé afuera. Pero ya pasó”.
Su conocido encontronazo con la eliminada Belén Francese también quedó en el olvido. La diferencia surgió porque Adabel había comentado que Francese le había pedido algunos consejos para bailar. A la novel poetisa no le había gustado que Adabel lo hiciera público. Con Valeria Archimó también reconcilió las diferencias: “Ella dijo que yo no tenía estilo para bailar, pero después se arrepintió de lo que dijo”. Dicen que dicen, que entre las dos medió Sofovich porque ambas van a trabajar en su compañía teatral en el verano de Carlos Paz.


“Muchas bailan mal”


Mientras ultima los ensayos para Patinando, está contenta de haber sido convocada para reemplazar a la “Cicciolina”. Aunque por los pasillos de Ideas se comenta que la italiana no va a volver, debido a su baja performance que la puso al borde de la eliminación en la primer gala, la vedette asegura no estar informada sobre hasta cuándo deberá seguir bailando.
“No voy a dar nombres, pero muchas de las que están en el certamen no tienen preparación para bailar y lo hacen muy mal. Cada quién sabrá lo que hace. Algunas se preocupan por mejorar, pese a sus limitaciones, pero a otras parece que no les interesa”, Adabel tiró la piedra para que las aludidas contestan. No le teme a la polémica, pero sí le esquiva a la pelea.
Adabel afirmó que su carrera va paso a paso, aunque reconoció que este año explotó, especialmente después de haber confesado su operación de rejuvenecimiento vaginal y de ingresar a ShowMatch: “Fue una operación de estética. Era algo que me molestaba mucho y, a veces, hasta me dolía. Cuando supe que lo podía solucionar no dudé en hacerlo. No me interesaba hablar del tema, pero empezó a trascender y decidí tomarlo con humor o cierta ironía y aclarar cual era el motivo”, explicó, para concluir que “fue algo que, aunque suene exagerado, trajo un alivio a mi vida”.

Fuente: www.popularonline.com.ar

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