Pampita no lo podía creer. No salía de su asombro y con sus manos en el pecho decía con dulzura: “¡Qué lindo regalo para los chicos!”. Terminó el programa y la modelo seguía abrazándose a su sueño, a los niños que padecen la enfermedad del cáncer y se atienden en el Hospital Garrahan. Ella quería que el festejo fuera eterno. Si había alguien quien no quería retirarse de la pista de baile, ella era la sensual y emocionada Pampita. “Muero por mirarles las caritas a los chicos cuando reciban el premio y vean que el lugar donde descansan de los intensos tratamientos cuenten con todos los recursos”.
Es que la final con Laura Fidalgo se vivió como un parto. Vaya coincidencia porque el reality arrancó en abril y culminó en diciembre. Es decir abarcó nueve de los doce meses del año. En el puntaje la modelo fue vapuleada por el jurado en los cuatro ritmos y, por otra parte, cuando Marcelo Tinelli les hizo una encuesta al paso a los ex participantes y famosos en el piso la preferida fue Fidalgo por amplísimo margen. “En los primeros bailes decíamos con mi bailarín, Nicolás Armengol: ‘bueno en el próximo baile los vamos a conquistar’. Y pasaron los cuatro ritmos y ahí te ponés a pensar que a alguien le tenía que haber gustado nuestra performance. Y empezás a esperar que del otro lado del teléfono estén con vos. Con el apoyo de la gente de la primera vuelta del voto telefónico volvimos a sentir la ilusión, la fuerza y la fe. Se había encendido una lucecita en el túnel”.
En cuanto a su contrincante, Pampita sostuvo que era muy difícil para ella la competencia: “Para mí fue un gusto estar con Laura en la pista y me significó un desafío gigante. Que bailara ella primero y después nosotros era un poco desventajoso. Igual creo que nosotros pusimos el alma para que el enfrentamiento fuera lo más parejo dentro de mis posibilidades, ya que yo era la única bailarina no profesional”. En cuanto a la adversidad de los puntajes, la modelo señaló que “no me permití nunca dejar de creer. Seguí creyendo hasta el final que podía ser. Y ahí estuvo la gente y estamos infinitamente agradecidos que les hayan regalado el sueño a estos chicos”.
Pampita insistió con el esfuerzo y el trabajo en equipo con Nico y su coach, Ariel Pastochi: “¡Nosotros dimos todo en la pista eh! No nos guardamos nada. Salimos a dar todo dentro de lo que aprendí en un año. Hicimos lo máximo posible. También estábamos con una bailarina increíble, extraordinaria y también tenía un sueño hermoso y no sabíamos qué podía a pasar. La verdad es que no confiábamos en nada, pero siempre se mantuvo la esperanza hasta el último segundo”.
Frente a los rumores de ser la más mimada del jurado y de la producción y el supuesto enojo de María Fernanda Callejón (a quien dejó afuera en el duelo del lunes) porque no le habrían gustado actitudes de Pancho Dotto, afirmó: “no reaccionamos ante nada porque nos propusimos vivir la competencia con alegría. Con todos los ensayos -¡tuvimos que aprender ocho ritmos en una semana!- no pudimos para nada engancharnos con nada”.
Todo por un sueño
“Fue un a experiencia hermosa. Me empiezo a acordar hace tantos meses atrás cuando empezó todo esto y tuvimos la suerte de tener un sueño tan, tan lindo. Ese fue nuestro motor, lo que nos llenó de ganas de hacerlo realidad. Siempre estuvimos re apasionados por este sueño. Las instancias finales se vivieron de una manera impresionante en la pista porque todos los participantes le ponen todo”.
“Me comprometí con la propuesta de Tinelli cuando Bautista (su segundo hijo) había nacido hacía dos semanas. Un mes y una semana tenía Bauti cuando empecé a ensayar y un mes y tres semanas cuando fue la primer gala. En ese momento se me hacía re difícil ir a ensayar. Pero teníamos un sueño re lindo por delante”.
En su camarín de Ideas del Sur tiene casi tapado el espejo con dibujos de los chicos. Pampita confesó que la producción “me dio la posibilidad de elegir el sueño. Yo quería que fuera algo relacionado con niños. Ahora que soy mamá quería ayudar a los chicos desde mi lugar. Me mostraron cuáles eran los sueños y el que más me conmovió era la remodelación de la sala del Garrahan y me dije que si le voy a poner el alma y horas y horas de trabajo, que sea entonces por un sueño que me motive, que me de fuerza”.
Fuente: www.poluparonline.com.ar
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