La fábrica ubicada en la ciudad de Quilmes fue fundada en 1962.
Edición impresa. Murió Angel de Pascalis, creador del alfajor que se hizo famoso sin marketing ni publicidad, señaló el Diario Crónica.
A los 86 años falleció Angel Lineo de Pascalis. Para algunos, un ignoto personaje; para otros, el mago que le dio vida a un alfajor que ganó el mercado “de puro rico nomás”, lejos del marketing o sofisticadas publicidades. Sucede que don Angel fue el fundador de los alfajores “Capitán del Espacio”, una golosina que nació en la zona sur bonaerense y cuya popularidad pasó los límites de la zona sur del Gran Buenos Aires.
Para los vecinos de Quilmes, la esquina de República del Líbano y Gran Canaria no pasa inadvertida. Allí se instaló en febrero de 1962 la fábrica del famoso “Capitán del Espacio”.
El mítico alfajor supo acompañar a varias generaciones de chicos a la escuela a lo largo de los años y aún da pelea de igual a igual con las grandes marcas de la industria, incluso en el ámbito porteño donde la competencia es muy grande.
El reconocimiento al viejo fundador se pudo constatar en las redes sociales, hoy por hoy los sitios ideales para reflejar cualquier tema de actualidad. Muchos de quienes le brindaron un saludo final -en especial gente del sur bonaerense- a De Pascalis recordaron cómo su creación los acompañó durante la infancia o adolescencia. Precisamente, vecinos de Quilmes y zonas aledañas coincidieron en señalar que “quienes no encontraban el alfajor en los negocios de la ciudad nos pedían que se los compremos”.
Por eso, el mérito de don Angel no radicó sólo en haber puesto en los quioscos una sabrosa golosina, sino en haber conquistado un mercado desde la calidad y sin autobombo. El boca a boca fue tal vez la mejor propaganda de un producto puramente quilmeño, y hasta hoy -pese a su aceptación- no tan fácil de conseguir en los comercios de la Capital Federal. En esa línea, el slogan del alfajor no se equivoca: “Primeros en la conquista del buen gusto”.
A modo de recuerdo, vale señalar que “Capitán del Espacio” se coronó como el mejor en un concurso reconocido como el “Mundial de alfajores”, aunque seguramente ese título no cambió la forma de pensar de don Angel, preocupado siempre por la calidad y lejos de aplausos u honores.
Los restos de De Pascalis fueron velados en la mañana del jueves en sepelios Bianchi -ubicado sobre la avenida Rodolfo López- y despedidos con la misma humildad que caracterizó su vida.
Las claves del éxito adiós
La fábrica ubicada en la ciudad de Quilmes fue fundada en 1962. En 2006, el alfajor se coronó en un concurso como el mejor del mundo Según sus consumidores, estas son algunas claves que hicieron del alfajor una golosina de culto:
* El dulce de leche: suave, liviano y con una textura que en conjunción con las tapas le dan ese toque característico.
* El baño de chocolate: no es tan dulce, algo que lo convierte en un alfajor que no empalaga.
* El marketing: nunca se vieron grandes publicidades, lo que se conoce como “antimarketing”.
* La incógnita de su nombre: algunas voces dicen está inspirado en la canción de Spinetta “El anillo del Capitán Beto”. Otros señalan que es un homenaje por la llegada del hombre a la luna.
* Su clásico envoltorio: tuvo pequeñas modificaciones, específicamente en el material de fabricación, pero básicamente siempre fue el mismo diseño y estilo.
Fuente : www.cronica.com.ar
Para los vecinos de Quilmes, la esquina de República del Líbano y Gran Canaria no pasa inadvertida. Allí se instaló en febrero de 1962 la fábrica del famoso “Capitán del Espacio”.
El mítico alfajor supo acompañar a varias generaciones de chicos a la escuela a lo largo de los años y aún da pelea de igual a igual con las grandes marcas de la industria, incluso en el ámbito porteño donde la competencia es muy grande.
El reconocimiento al viejo fundador se pudo constatar en las redes sociales, hoy por hoy los sitios ideales para reflejar cualquier tema de actualidad. Muchos de quienes le brindaron un saludo final -en especial gente del sur bonaerense- a De Pascalis recordaron cómo su creación los acompañó durante la infancia o adolescencia. Precisamente, vecinos de Quilmes y zonas aledañas coincidieron en señalar que “quienes no encontraban el alfajor en los negocios de la ciudad nos pedían que se los compremos”.
Por eso, el mérito de don Angel no radicó sólo en haber puesto en los quioscos una sabrosa golosina, sino en haber conquistado un mercado desde la calidad y sin autobombo. El boca a boca fue tal vez la mejor propaganda de un producto puramente quilmeño, y hasta hoy -pese a su aceptación- no tan fácil de conseguir en los comercios de la Capital Federal. En esa línea, el slogan del alfajor no se equivoca: “Primeros en la conquista del buen gusto”.
A modo de recuerdo, vale señalar que “Capitán del Espacio” se coronó como el mejor en un concurso reconocido como el “Mundial de alfajores”, aunque seguramente ese título no cambió la forma de pensar de don Angel, preocupado siempre por la calidad y lejos de aplausos u honores.
Los restos de De Pascalis fueron velados en la mañana del jueves en sepelios Bianchi -ubicado sobre la avenida Rodolfo López- y despedidos con la misma humildad que caracterizó su vida.
Las claves del éxito adiós
La fábrica ubicada en la ciudad de Quilmes fue fundada en 1962. En 2006, el alfajor se coronó en un concurso como el mejor del mundo Según sus consumidores, estas son algunas claves que hicieron del alfajor una golosina de culto:
* El dulce de leche: suave, liviano y con una textura que en conjunción con las tapas le dan ese toque característico.
* El baño de chocolate: no es tan dulce, algo que lo convierte en un alfajor que no empalaga.
* El marketing: nunca se vieron grandes publicidades, lo que se conoce como “antimarketing”.
* La incógnita de su nombre: algunas voces dicen está inspirado en la canción de Spinetta “El anillo del Capitán Beto”. Otros señalan que es un homenaje por la llegada del hombre a la luna.
* Su clásico envoltorio: tuvo pequeñas modificaciones, específicamente en el material de fabricación, pero básicamente siempre fue el mismo diseño y estilo.
Fuente : www.cronica.com.ar
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