lunes, 18 de octubre de 2010

La diva tuvo importantes invitados en su ciclo


El sketch contó con Guillermo Francella y Verónica Castro como invitados especiales. Hubo risas al por mayor.

Susana Giménez festejó sus 3.000 emisiones con un programa especial, con una hora más de duración e importantes invitados especiales como Verónica Castro, Guillermo Francella, Los Nocheros, Alessandra Rampolla y Chayanne.
La fiesta arrancó de forma atípica, con una coreografía especial y un elegante Marley de frac oficiando de presentador: “Por tantas horas de alegría y emoción vamos a recibir a la número uno de la televisión argentina, con ustedes: ¡Susana Giménez!”, dijo dando paso a la entrada triunfal de la diva.
Tras el saludo a las madres en su día, Susana comentó: “No sé qué decir.. son 3.000 programas -arrancó Susana-. Son 23 años, nos ha pasado de todo. La vida, a ustedes y a mí. Gracias a ustedes por seguirme soportando. Hemos pasado nacimientos, divorcios, muertes, peleas, llanto, risa... la vida. Ustedes harán sus cuentas... ‘Mamá la veía’, otra dirá: ‘Yo iba al colegio y la veía’. Así que gracias, muchas gracias”.

Emoción por Chile

Vestida de largo con un traje negro lleno de brillos, la diva agradeció luego los innumerables arreglos florales recibidos, entre los que se destacaron el de Mirtha Legrand, el de Ricardo Montaner, el de Scioli, Lino Patalano y Pancho Dotto, entre otros. Susana agradeció a sus viejos productores -Naya, González, Chela y Yankelevich- y contó que “estuve en cama toda la semana. No sé dónde me pesqué la gripe. Pero no pude concretar mi sueño de grabar con Estela Raval... lo dejaremos para el último programa. Estando en cama vi mucha TV y me impactó lo de Chile, que es un ejemplo de país, un ejemplo de organización, de todo. Con ese presidente que ocupó un segundo plano (¿?)... me emocioné y se me cayeron las lágrimas”.

Verónica Castro, presente

La primera invitada de la noche fue Verónica Castro, gran amiga de la diva, que vino especialmente de México para el programa. La actriz agradeció la invitación y dijo: “3.000 programas no son fáciles. Yo sé lo que es esto de estar acá, delante de la cámara. Esa lente que está enfrente nos absorbe la vida y tú nos has regalado 3.000 noches de buena vibra, de simpatías, de puro amor. Sos una caricia en el alma. Es muy difícil que una persona regale simpatía, dinero, premios, una buena canción... por eso te mandé a hacer en México un regalo especial”, dijo y le dio una cámara de plata en miniatura, réplica de las primeras que se usaron en la TV.
En un momento de la charla, bromeando, Verónica le dijo a Susana: “Somos dos dinosaurias”, a lo que la diva replicó imitando la tonada mexicana: “Sí, pero no lo digas”. Castro contó cómo filmando una escena fue atropellada por un automóvil y en otra ocasión pisada por un elefante “que me dejó un cuello de titanio, la cadera y el pie rotos y varias cicatrices... total, que soy una mierda”. Pero luego contó que tras ese episodio “le pedí a la virgencita que me llevara porque total para quedar así... y ella me curó, quedé sin secuelas”. Verónica fue parte de un gracioso sketch junto a Emilio Disi, Guillermo Francella y la diva.
Luego intervino telefónicamente Cristian Castro, quien saludó a ambas madres en su día y le dedicó una emotiva canción a Susana.

Gasalla, el gran ausente

Gasalla estuvo enfermo (tenía 39 grados de fiebre) y no fue ayer al estudio, pero repitieron su desopilante conversación con la sexóloga Alessandra Rampolla, en la que el cómico, caracterizado como La Abuela, terminó colocándose un condón en la boca y colocándoselo a la puertorriqueña como si le estuviera practicando sexo oral.
La noche especial de Susana siguió con un mini recital de Los Nocheros, quienes luego pasaron por el living de la diva. Alvaro, el menor del grupo salteño, recordó que su presentación en sociedad tuvo lugar en el ciclo de la diva. Luego entró La Tota (Miguel del Sel), quien le regaló a la diva un ramo de flores “que lo encontré ahí, tenía el cartel de Pancho Dotto y se lo tiré a la mierda”.
En cuanto a los llamados que le valieron el mote de “la diva de los teléfonos”, se vivió un momento emotivo cuando Susana llamó a Ana, quien primero no había atendido el teléfono porque estaba en modalidad vibrador. La mujer, llorando, le contó a Su que le pidió a su marido, muerto hace cuatro años, que él la ayudara para que Susana la llamara. Y Susy no sólo llamó, sino que le dio 50 mil pesos de premio.
Luego le regaló una casa completamente equipada a otra televidente, de nombre Viviana, quien también explotó en llanto al oír la voz de Susana. Y por último habló con Carlos, de Neuquén, quien atendió creyendo que el llamado era de un amigo. Luego se enteró de que se acababa de ganar 200 mil pesos, aunque el afortunado ganador se lo tomó como si nada. El tramo final del envío fue una charla con Chayanne, quien llegó finalmente al estudio procedente de Tandil, donde había concluido un show apenas dos horas antes.

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