La mañana del martes 28 de setiembre Romina Yan salió de su casa para correr los seis kilómetros de su rutina diaria aeróbica; al mediodía llevó a sus hijos al colegio, en la localidad de Beccar, y luego partió hacia el gimnasio ubicado en San Isidro, donde practicaba pilates. Alrededor de las cuatro de la tarde salió de ese lugar y caminó, hasta que se desmayó. No está establecido aún si a esa dura rutina diaria ese día le había agregado su casi habitual sesión de electrodos, como complemento para mantenerse en línea.
La socorrió uno de sus amigos, cuya identidad no se conoce y que los familiares prefirieron preservar en el anonimato, y que en el momento del desmayo estaba con ella.
Apenas sucedida la pérdida de conocimiento, esta persona alzó a Romina y la subió a su camioneta y la llevó al Hospital Posse, también de San Isidro. Según aseguran, la actriz habría llegado muerta a la guardia, donde intentaron reanimarla durante cincuenta minutos, sin resultados.
A las 17.20 se confirmó su muerte clínica, pero sin parte oficial del hospital, a pedido de sus familiares, lo que provocó una serie de especulaciones con relación a su prematura muerte.
Fuente: www.popularonline.com.ar
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