Reconcilió a Paula con Peter y logró que la Alfano besara a papa Miguel en la boca.
Tinelli volvió a armár un show personal en la noche de Bailando, con los Chávez como protagonistas.
La ausente de la noche fue Carmen Barbieri. En su lugar, Moria ofició de reemplazante. Moria entró como una diva, acompañada por Tinelli desde camarines, portando a su perro chihuahua Kristobal y rodeada de guardaespaldas.
Ricardo Fort, quien sostuvo sin que se le moviera un pelo que en la calle le dicen “que sea presidente de los argentinos” (¿¨??) apareció vestido con una banda presidencial. “Fiesta continuada y vacaciones en Miami”, serían sus lemas.
Tras hacer gracias con los muñecos que imitan al jurado, Tinelli entró de lleno al tema del romance entre Peter -productor de Ideas del Sur- y Paula Chávez, con quien se peleó en una fiesta donde él entró al baño de mujeres y fue descubierto por ella, motivando una discusión que terminó en pelea. “Estábamos haciendo una nota de color para Este es el Show con Mariano Iúdica”, dijo el joven justificándose.
Luego entró Paula Chávez, quien explicó que “la fiesta era de disfraces y decidimos que Peter vaya de Jack Sparrow (de Piratas del Caribe) y cuando entramos ya había otros cuatro Jack Sparrow. Había gente que sacaba fotos, había cámaras, no podíamos relajarnos. Y los Jack Sparrow que había querían la foto conmigo. Y Peter se enojó. Se puso celoso, se arrancó el disfraz, la peluca y el parche”. Peter argumentó que ella “les daba más bola a los otros que a mí”.
Paula continuó diciendo que “tuvimos un cruce de palabras muy fuerte” y él agregó: “Estamos más o menos. Yo también me equivoqué, porque como ella me dio un beso a la tarde, yo a la noche quería ir por todo”. Intimidado por la presencia del padre de Paula, Peter bajó los decibeles: “Quería sólo bailar toda la noche con ella, estar juntos”.
Al escuchar eso Tinelli pidió un lento, mandó a pedir dos tragos, los hizo bailar y fomentó el beso de la reconciliación. “Yo a la chica a la que le doy un beso ya la considero mi novia”, dijo Tinelli gracioso.
Y fue por más. Invitó al padre de Paula Chávez, Miguel, a darle “un piquito” a Graciela Alfano. “Esto es muy fuerte”, dijo el hombre, que, sin embargo, abrazó a Grace sin encontrar oposición alguna. “Papá, hacete rogar”, clamaba Paula desde el lugar de Graciela en el jurado. “El beso que el país está esperando”, dijo Tinelli anunciando el acontecimiento. Y Miguel finalmente sucumbió a los encantos de Graciela y le dio el beso esperado.
“Cumplí el sueño del pibe”, decía Miguel, mientras su hija gritaba: “¡Que se calle la boca!” muerta de vergüenza. Tinelli lo hizo otra vez. Armó un show de la nada. O acaso él sea el verdadero show.
Fuente : www.popularonline.com.ar
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