Vanucci provocadora: se convertiría al judaísmo por amor a su novio.
Dice que la impresionó la cultura judía y piensa adoptar la religión de su pareja.
Todo por amor. Y no es exagerado cuando la protagonista de esta historia es Victoria Vanucci, quien cada vez que se enamora dice dar todo de sí. La modelo top vuelve a estar en boca de todos porque tras apenas dos meses de noviazgo anunció que se convertirá a la religión judía, la misma que profesa su enamorado, el empresario Matías Garfunkel.
El marco de la confesión fue en el viaje de Vanucci a Praga, ciudad en la que quedó impresionada por su historia judía: el Golem, El Museo de Kafka, la figura de Rabbi Judah Lowew, el Maharal (un rabino del siglo XVI). En la revista Caras el mismo empresario le preguntó: “¿Creés que podrías convertirte al judaísmo por amor?”.
Vanucci contestó que “es una prueba de amor mucho más importante que dejar una carrera. Por supuesto que podría convertirme al judaísmo por amor a vos. Y lo estoy pensando y averiguando muy seriamente”. Para Vanucci el fantasma de su corto y frustrante matrimonio con Fabbiani sigue latente. El jugador le pedía que dejara la carrera por él. No le gustaba que ella apareciera en ropa interior en las pasarelas.
El judaísmo tiene varias cosas que me impresionaron. La primera, que no veneran ídolos. Y la segunda, cuando hay arrepentimiento verdadero, se tiene la facultad de volver a nacer. Y de volver a escribir su propio destino”, justificó la modelo su conversión.
“Soy una provocadora”
En cuanto a la reacción de la familia, la misma Vanucci es la que pone distancia: “Mis padres siempre respetaron mis decisiones. Se los dije en compañía de Matías Garfunkel. Y él notó cómo me apoyaron desde el primer momento”.
Cuando denunció a Fabbiani por agresiones, Vanucci no dudó en realizar una controvertida tapa de la revista en la que posó con una camiseta blanca, muy sexy, en la que chorreaba “sangre” como si hubiese sido golpeada. En su viaje a Praga, ella, vestida de luto, posó sobre las tumbas del cementerio judío más antiguo de Europa, en el Gheto Josefov.
“Cuando uno hace cosas siempre hay controversias. Cuando una es artista busca no sólo entretener a la gente, sino provocarla. Mostrar que hay un camino diferente y no sólo lo que la sociedad acepta como lo políticamente correcto. Las expresiones en el arte son las que nos hace diferentes”, argumentó la modelo en un jugoso diálogo con su novio. La misma Vanucci sabe que a veces su manera de proceder irrita: “Siempre va a haber una porción importante de la sociedad que se va a sentir irritada. El arte irrita, provoca, crea. Grandes artistas de la historia, pensadores, escritores, músicos y actores estuvieron prohibidos en su tiempo porque irritaban a la gente. Iban más allá de lo convencionalmente correcto”.
Respecto de los proyectos laborales, a Vannuci se la ve muy entusiasmada y con muchas energías para emprender varios proyectos a la vez: “Tengo varias ofertas nuevas y muy interesantes. Algunas en el país y otras en el extranjero. Es que aprendo y me reinvento continuamente. Hay muchas cosas que quiero hacer: cine, periodismo, modelaje y ¿por qué no?, crear en algún momento una empresa propia”.
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