sábado, 26 de septiembre de 2009

El Secreto de sus Ojos va camino a los Oscar

El Secreto de sus Ojos, del director Juan José Campanella, fue elegido ayer por los miembros de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina para representar al país en la próxima entrega de los premios Oscar, en febrero de 2010.
La taquillera película protagonizada por Ricardo Darín, Soledad Villamil, Pablo Rago y Guillermo Francella se impuso por abrumadora mayoría entre los integrantes de la Academia al obtener 57 de los 85 votos emitidos, sobre un total de 263 miembros habilitados para sufragar.
La apertura de los sobres y el recuento de los votos se realizó ayer al mediodía en el microcine de la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC) con la presencia de Pablo Bossi y José Luis Castiñeira de Dios, presidente y secretario, respectivamente, de la Academia.
El Secreto... obtuvo casi el 70 por ciento de los votos emitidos, mientras que en segundo lugar quedaron El Niño Pez, de Lucía Puenzo; Días de Mayo, de Gustavo Postiglione; y Las Viudas de los Jueves, de Marcelo Piñeyro, las tres, con cuatro votos cada una.
El film estrenado el pasado 13 de agosto que intercala la trama policial, el suspenso y la comedia romántica es la sensación cinematográfica de la temporada con 1.400.000 tickets vendidos a la fecha.
La cinta -que la semana próxima se estrena comercialmente en España- se está presentando en el Festival de San Sebastián, donde cosechó unánimes elogios de la prensa española y se perfila como una de las candidatas a la Concha de Oro que se entrega hoy.

Otras películas

El Secreto de sus Ojos resultó elegida por los miembros de la Academia entre todos los films argentinos estrenados comercialmente entre el 1º de octubre de 2008 y el 30 de setiembre de 2009.
Otras películas votadas fueron Felicitas, de Teresa Costantini; y Anita, de Marcos Carnevale, con tres votos; La Sangre Brota, de Pablo Fendrik, y Mundo Alas, de León Gieco, Fernando Molnar y Sebastián Schindel, con dos.
Un voto recibieron Liverpool, de Lisandro Alonso; La Ventana, de Carlos Sorín; El Asaltante, de Pablo Fendrik; Una Semana Solos, de Celina Murga; El Artista, de Marcelo Cohn y Gastón Duprat; y La Cámara Oscura, de María Victoria Menis.

Entre las mejores

“Esta elección es una muestra más de la enorme consistencia de esta película que está maravillosamente contada y que ya fue valorada por la crítica y por el público que llena las salas desde su estreno”, aseguró Guillermo Francella una vez conocida la nominación.
“Creo que por su solidez cinematográfica, por la historia que cuenta y por su sensibilidad, la película puede tranquilamente quedar entre las cinco elegidas como película extranjera y estar en febrero próximo en la fiesta de los Oscar”, agregó Francella.
El actor, que no pudo acompañar a la cinta al Festival de San Sebastián por su trabajo en la obra teatral El Joven Frankenstein, dijo que está en contacto permanente con Campanella y que a cada lugar que va la película es recibida con ovaciones.
“Me cuentan que la recepción de la película en San Sebastián -detalló- fue maravillosa, y antes pasó lo mismo en el Festival de Toronto”.
“Campanella me dice que la gente se ríe en los mismos lugares, se emociona en las mismas partes y en todos lados la ovacionan, a mí me llama la atención cómo gente de idiosincrasias tan distintas como la argentina, española y canadiense reaccionen de igual modo; creo que es por la universalidad de la historia” contó el actor, que compuso al personaje de Sandoval, un alcohólico empleado de los tribunales.
Respecto del papel que encaró en la película y que significó un viraje en su carrera, orientada casi exclusivamente a la veta de comediante, Francella remarcó que aspira a seguir probando con distintos personajes, pero siempre “en un cine que mire a la gente”.

El cine que le gusta

“A mí me interesa el cine que mira a la gente, que dialoga con el público, no el cine que sólo le interesa a su director y que van a ver 14 tipos” aseguró, marcando una zona de gustos y rechazos.
“Detesto -agregó- el cine en el que la gente no entiende lo que se quiere contar y donde no se saben trabajar los vínculos y el director pone la cámara detrás de una botella o filma un globo por 10 minutos, el globo flamea y de pronto dicen ‘guau’. Ese cine no es para mí ni me interesa”.
“A mí me interesan -agregó- los directores que cuentan historias, lo que no significa que siempre produzcan películas taquilleras, pero sí que conmuevan a la gente porque el buen cine, el cine de sensibilidad, que trabaja los vínculos, no está reñido con el gusto de la gente”.

Fuente :www.popularonline.com.ar





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