El Oscar se dibuja en el horizonte del actor argentino Ricardo Darín, ya que dos de las películas que protagoniza, la argentina El Secreto de Sus Ojos y la española El Baile de la Victoria, aspiran a llegar a competir en la máxima cita del cine comercial entre los films extranjeros.
La inédita situación para un artista local en el marco del impacto planetario de los Oscar se está concretando gracias a que España eligió ayer a El Baile de la Victoria, de Fernando Trueba, para que represente a ese país hacia la recta final entre las películas finalistas en idioma no inglés.
El viernes último, en tanto, la Academia Nacional de Cine de Argentina escogió a El Secreto de Sus Ojos, de Juan José Campanella, como el emblema argentino con rumbo a integrar el lote de cinco seleccionados con vistas a la 82ª edición de los Oscar que se entregarán el 7 de marzo.
Este par de reconocidos trabajos ratifican un notable presente del actor y director que viene de ser aclamado en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, donde se vieron las dos películas que ahora lo acercan a los Oscar.
Recién llegado a Buenos Aires después de su paso europeo, Darín, de 52 años, arriesgó que “es muy temprano para alegrarse, falta mucho tiempo para saber los resultados y estas películas fueron seleccionadas para una preselección donde también compiten otras películas del mundo”.
Al mediodía y en charla con Telefe Noticias, informativo de la emisora que es coproductora del film y que por ello accedió a la única entrevista con Darín, sostuvo que “El Secreto... es una película que tiene muchas posibilidades de muchas cosas, no sólo porque es una película que tiene una estructura narrativa muy sólida y un nivel interpretativo parejo, sino porque genera como un golpe emocional importante”.
En El Secreto... Ricardo es Benjamín Espósito, un empleado judicial jubilado que retoma una vieja historia de amor a través de la escritura de una novela basada en un crimen que él mismo ayudó a develar.
La novela que escribe Espósito es la historia de una violación seguida de muerte ocurrida en Buenos Aires en 1974 y de la difícil investigación para hallar al culpable, pero al mismo tiempo esas memorias lo llevan a reavivar un amor nunca concretado con su jefa y compañera de trabajo, una mujer fuerte y vital encarnada por Soledad Villamil.
Darín es una garantía
El más reciente film del también autor de El Mismo Amor, la Misma Lluvia, El Hijo de la Novia y Luna de Avellaneda (todos estelarizados por Darín) es un suceso de taquilla en la Argentina, donde ya superó 1.500.000 localidades vendidas en siete semanas en cartel.
En El Baile de la Victoria, que Trueba filmó en Chile a partir de la novela homónima del escritor chileno Antonio Skármeta, que se ubica en los primeros momentos de la llegada de la democracia, luego de la sangrienta dictadura de Augusto Pinochet.
Dentro de esa historia, el argentino asume el rol del famoso ladrón de bancos Nicolás Vergara Grey, quien gracias a una amnistía general para presos que no hayan cometido asesinatos ni violaciones, recuperan su libertad después de cinco años.
Una vez en la calle, va en busca de su mujer y de su hijo, pero sufre el rechazo de ambos, que ya lo olvidaron y viven cómodamente en la casa de un hombre adinerado.
Entonces la vida lo une con el joven Angel Santiago (a cargo del también argentino Abel Ayala), que pasó dos años preso por una tontería y fue violado por el alcalde de la prisión.
El muchacho cuenta con un plan para un robo millonario y perfecto, que tendrá como víctimas a esbirros de la dictadura que guardan dinero sucio del régimen y para el cual necesita irremediablemente de la experiencia del “maestro” Vergara Grey.
Fuente : www.popularonline.com.ar
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