La polémica siempre ha sido un leit motiv en la vida de Hugo Guerrero Marthineitz y desde aquel recordado ciclo televisivo A Solas, en la década del ochenta por la pantalla de Canal 9, donde Alejandro Romay supo valorar su talento.
Los silencios y la seducción de la palabra fueron sus armas principales para conquistar a los oyentes o televidentes según fuese el caso.
Claro que el estilo frontal que eligió también le costó toparse con varios enemigos entre la gente que no podía tolerar algunas de sus frases u opiniones. Y soportó persecución y prohibiciones, por ejemplo durante de la dictadura de Juan Carlos Onganía.
Sin embargo, el estilo intimista que le puso al envío A Solas le valió también la admiración de muchos de sus colegas, quienes lo tuvieron como un referente de época y que marcó un estilo bien determinado, en especial para los periodistas y locutores.
Fuente : www.popularonline.com.ar
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