El ídolo del rock argentino había pedido en su hotel té de boldo, leche tibia, miel, frutas, distintos tipos de sandwichs y pollo asado. Además, un teclado, un amplificador pequeño y los cables para hacer las conexiones.
Es más, exigió nada de alcohol ni de bebidas energizantes: “La idea es sentir el cambio, no podía seguir como era antes”, declaró Charly, lejos de los excesos que lo hicieron noticia en su momento, pero no por su música.
Esa etapa parece cosa del pasado en la vida del músico, que luego de meses un estricto tratamiento de desintoxicación (y el apoyo de todos sus amigos y demás personas que lo quieren) por fin volvió a rockear en un estadio repleto de fans que lo ovacionaron.
Fuente : www.popularonline.com.ar
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