defiende y dice que sólo trató de seducirla,
Susana, acosada por un hombre, vive momentos de tensión y nerviosismo.
Bastó que el miércoles a la noche Luis Ventura en el programa La Cornisa, que Luis Majul conduce en su nuevo día, tirara la noticia-bomba de que Susana Giménez era víctima de un acoso de un hombre para que Marcelo Insúa Baudo saliera ayer vía telefónica en el programa Intrusos en el Espectáculo para desbaratar las versiones y poner en blanco su verdadera conducta: “Se fueron al carajo cuando se refieren a mí cuando dijeron en los medios que soy un acosador obsesivo. Susana es una mujer que me atrae mucho y simplemente quise seducirla con muchas estrategias”.
Pero nunca pensó que en su plan de conquista de la diva de los teléfonos iba a terminar con una consulta de Susana con el ministro del interior, Florencio Randazzo. En el círculo íntimo se sostiene que Susana se asustó porque su casilla de correo electrónico fue invadida con 200 e-mails por alguien a quien ella desconocía y luego a la puerta de su casa le mandó ocho mariachis para que le cantaran serenatas de amor.
Insúa Baudo acusa 38 años y conoció a la diva en 1997 cuando la empresa en la que trabaja era auspiciante del programa de Susana. En ese entonces, Su estaba de novia con Jorge Corcho Rodríguez. “Que yo sea un acosador es un disparate total. A mí se me caería la imagen tan alta que tengo de Susana si es así. Yo a ella la tengo muy arriba. Quiero pensar que todo esto sea un error porque se está difamando a alguien”.
En cuanto a la diferencia de edad con la diva, Insúa Baudo sostuvo: “A mí no me interesa la billetera de ella, porque sino hubiera gastado una fortuna en flores amarillas para luego recuperar la inversión. Como vengo de la carrera del management y el marketing tengo una frase de cabecera para todo en la vida que, en realidad, es de Alberto Levy: ‘Si sos uno más, sos uno menos’”.
El flechazo
“Conocí a Susana en el set de televisión. Yo trabajaba para una empresa auspiciante y ella llegó de la mano de JR. Pasó a un metro mío y hubo un cruce de miradas muy fuerte. Ella estaba en pareja y me pareció una mujer hermosa. Yo soy de pensar que si te interesa alguien, uno agota todas las instancias para llegar a esa persona”, contó el admirador.
“Es mentira que le inundé la casilla de e-mail. Es más, yo no tengo el e-mail de Susana. Mi contacto era con la secretaria de Susana, Dolores Mayol, que trabaja en la casa de ella. Yo había entrado antes a Facebook pensando que Susana estaba inscripta. Yo le mandé siete e-mails y resultó ser una falsa Susana. Dolores me dijo que los siete e-mails no le podía mandar a Susana, entonces le dije que le mandara los más importantes que eran los primeros tres y desde entonces no hablé más con Dolores”, contó Insúa Baudo.
Respecto a los mariachis en la puerta de la mansión de Susana, el joven en cuestión reconoció que los envió él como una declaración de amor: “Le cantaron tres canciones. Ella saludó por la ventana, tenía unos anteojos negros enormes y dijo que no se sentía bien. Pero dejó abierta la ventana para seguir escuchando. Uno de los mariachis le dejó una carta escrita por mí”.
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