El artista de origen argentino Luis Aguilé ha muerto hoy en un hospital de Madrid en el que estaba ingresado a consecuencia del cáncer que padecía, han informado fuentes familiares.
Aguilé ha fallecido a las 13.30 en el Hospital de Sanchinarro y en el momento del deceso se encontraba acompañado por su familia, ha indicado a EFE su sobrina Ana María Poncet.
El artista se estableció en España en 1963 y a lo largo de su carrera creó cerca de 400 canciones.
En la actualidad, aunque alejado de los escenarios, Aguilé se mantenía unido al mundo del espectáculo y preparaba el estreno de una Zarzuela.
Fuente : www.xornal.com
2 comentarios:
Luís Aguilé…, es una “lata” que te hayas ido.”
Uno era niño cuando veía la televisión en colores acromáticos, y sabía que era una lata ir al colegio. Se marcha Luís Aguilé, el que sabía que el trabajar cada día es una actividad fastidiosa, pero que pasa la vida mejor si hay amor.
Todos los días nos tenemos que levantar, -unos más temprano que otros-,
llevando con nosotros un poco de su lírica popular. Atrás deja una estela de análoga simpatía espontánea y mutua, de un tipo de arte singular único y extraordinario, muy suyo. De un periodo difícil y complicado políticamente, pero que se veía inocentemente distorsionado y alegre desde la mirada de un niño. Maquilados los problemas de la época con purpurina indeleble, como hacían los censoresen los escenarios, persiguiendo artistas para capar sus virtudes .
Un niño no piensa en política, eso tampoco sería bueno ni sano.
Luís, presumía siempre de corbata, porque decía que escondía barriga. No era lo que dice un galán de la época, pero su talento y su ingenio para seducir suplieron el buen semblante. Fue airoso y habilidoso con el manejo de la gente, que le seguía y a la qué enamoraba con su arte del saber acercarse con modesta prudencia al público, sin exceso de arrogancia que suele ser la honestidad del artista.
Nacido en Buenos Aires, tierra del fuego, camino de tierra hollada dirección al fin del mundo. De gentes de mucho tacto y talento, y de grandes conversadores y de tangos de unos amores cantados.
Cuando salí de Cuba…, ha sido tarareada por todos alguna vez, nostálgicos y melancólicos, todos juntos pero libres de espíritu y de sana disposición de libertad.
Caratulas de elepés ya curtidas por el paso de el tiempo, empolvadas con cariño, que descansan en un baúl sujetas a mudanza, que es maquillaje del reconocimiento del recuerdo de la memoria, donde ochocientas canciones le dan un creíble aval de confianza y de trabajo, hecho con alma de artista, poniendo su inconfundible sello personal, franqueado con el corazón, para que llegara a todos los oídos, dando el justo sentido corporal que permite percibir los sonidos entendidos.
Aunque le costara levantarse por las mañanas, Chicho Ibáñez Serrador, -el maestro-, sabía que el talento de Luís era innato y peculiar, nacido con la misma persona. Poco se equivocaba Chicho con la gente y poco erraba en su sabia y habilidades.
Una triste tormenta
te está azotando sin descansar,
pero el sol de tus hijos
pronto la calma te hará alcanzar.
Cuando saliste de Cuba…
Descansa Luís, y si estás en el cielo, ameniza y recrea a los ángeles desorientados con inolvidables veladas de humor festivo y de alegres canciones pegadizas. Porque tú, del trabajo hiciste virtud y de el arte un noble oficio.
Sergio Farras (escritor tremendista)
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