jueves, 11 de junio de 2009

EL ANIMADOR PURA BUENA ONDA PARECE QUE YA FUE. AHORA EXPLOTAN SUS BRONCAS EN CAMARA SIN PROBLEMA LA REBELION DE LOS CONDUCTORES

Ultimamente están en llamas. Se quejan a cámara del canal , de sus productores o de colegas





Siempre se dio por hecho que las escandalosas en la televisión vernácula eran las mujeres. Un mote que para estos días sería bastante injusto a juzgar por lo que ocurre y trasciende de la pantalla chica. No sólo las mujeres se pelean y se dicen de todo sino que hoy por hoy los conductores hombres también suelen entrar en llamas y no se preocupan por disimular sus enojos y broncas. Marcelo Tinelli, Julián Weich, Roberto Pettinato, Chiche Gelblung, Fabio Alberti (ver recuadro), Alejandro Fantino, por mencionar algunos ejemplos.
¿Por qué los hombres no pueden quejarse en público o al aire? Dicho de otro modo, ya no es cosa de mujeres reclamar, criticar y pelear. Para los hombres también los ánimos están exasperados en una televisión turbulenta, cruel y que es capaz de desencajar hasta el más experimentado en la pantalla chica.
La nueva modalidad es largar el rollo a secas sin ningún filtro ni preocupación por el tono que se usa. La semana pasada Marcelo Tinelli le mandó una estacada al mismo canal, y por elevación a su director de programación, Adrián Suar. El jueves 28 de mayo al anunciar que se iba de viaje el viernes, Tinelli presentó a José María Listorti como su reemplazante en la conducción del alicaído reality Bailando Kids y tiró un misil: ¡A ver si Valientes tiene un poco más de h... y sale también los viernes!”.
Suar no recogió el guante y se llamó a un silencio hermético. Cuando Bailando lo trasladan a una sola noche, la del viernes (antes iba los jueves también), Suar como productor también levanta la tira del aire para que los capítulos no se graben casi sobre el aire. Como Valientes promedia 25 puntos diarios, le entrega a Tinelli el horario bien caliente. Ese viernes Bailando hizo su peor medición, 15 puntos. Tinelli sintió que lo dejaron solo.
Algo parecido hizo Julián Weich, pero claro con mucho más tino y cuidado en su tono de voz. No por ello dejó de ser menos firme y directo cuando antes de estrenar la pregunta clavada era: “¿Qué iba a pasar cuando regrese Susana Giménez?”.
A fines de abril no se sabía que la diva de los teléfonos iba a ir los domingos a la noche, Weich defendió con uñas y dientes el horario de Justo a Tiempo: “ahora el horario es mío y no de Susana. Mi responsabilidad es defender el producto porque, además, hay mucha gente que depende de este trabajo. Después dirá lo que hará la tele. Pero hoy por hoy el horario es mío y se trabajará de sol a sol para que el programa salga bien. Que sea una propuesta digna, esto es lo que más me importa. El resto no me compete”.
Dicen que dicen que después los ánimos se aplacaron y Weich le habría dicho al director y productor de contenidos de Telefé, Claudio Villarruel, que él se iba a adaptar a los cambios ante el regreso de Susana. Pero el asunto quedó en la nada porque Villarruel estaba negociando con la diva un formato de una vez por semana.
Productores en la picota
Cuando las cosas no salen como uno quiere, la culpa siempre cae en la figura del productor. Esta figura suele satisfacer todos los requerimientos de los conductores, pero a veces piden lo imposible, y si no lo consiguen las recriminaciones no serían en privado sino también al aire. Ahí es cuando estallan y chocan los ánimos.
Este año sucedió con Roberto Pettinato, Alejandro Fantino y Chiche Gelblung. Petti no está pasando por su mejor momento en materia de rating y dicen que dicen que ésta sería la razón por la cual estaría bastante irascible con su equipo de producción. La productora del ciclo María Elena Schiariti, muy reconocida en el medio, luego del episodio con la bomba sexy paraguaya Dallys Ferreira, renunció.
La producción le habría pedido a la vedette que usara una remera que tenía escrito una frase que parodiaba la vida sexual del presidente de su país, Fernando Lugo, situación que se agravaba por su condición de cura. Ella se negó y se armó una gran batahola en el ciclo. Conclusión, Schiariti se fue del ciclo, pero sigue trabajando dentro de la misma productora GP Media, ahora en el programa de Mariana Fabbiani.
El clima del ciclo Un Mundo Perfecto, que conduce Pettinato ahora en su nuevo horario de las 21.45, nunca fue bueno. Cuando arrancó a las 23.15 Petti se enfrentó con su par del mismo canal, América, Alejandro Fantino, que anima a la medianoche Animales Sueltos. La pelea se inició porque ambos ciclos buscaban a los mismos invitados y luego se desató una guerra por el rating. No importaba el número, porque ninguna pasaba la línea de los 4 puntos, sino quién ganaba de los dos.
Esta semana Fantino tuvo un choque con la producción. Es que no es fácil armar un programa que no tiene claro su objetivo. Los invitados eran Fernanda Vives, Diego Pérez y Jean Pierre Noher. Entre estos dos últimos dos se hizo un juego en el que a cada uno se le preguntaba sobre la carrera del otro. Pero el mismo Fantino entró un grado de confusión que debió terminar abruptamente porque nadie entendía nada y así lo expresó el mismo Fantino: “¡Qué querés que haga con todo no puedo!”, dijo. Durante todo el juego había estado nervioso y dubitativo y al final en tono airado le habló directamente a un productor: “Bueno, no soy perfecto, viste”. Al rato después de unos tiros al aro de basquet instalado en el programa volvieron los problemas (Fantino pidió que hubiera otro deporte) y su compañero Coco Sily lo abrazó y lo consoló más en serio que en broma: “Bichi, ya pasó, ya está, sos el mejor”.

El caso de Chiche se parece al de Petti. La productora, Cinthia García, con carácter y cansada de las exigencias del periodista renunció. Ella le habría reprochado su conducta en el ciclo Chiche en Vivo, que se emite en la señal de cable Magazine: “Estamos trabajando desde las cuatro de la tarde y no puede ser que vos venís a último momento y pretendés cambiar todo”.


Fuente : www.popularonline.com.ar

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