¿Grant en la cuerda floja?
Londres.- El actor británico Hugh Grant, protagonista de la comedia “Did You Hear About the Morgans?” que comparte con Sarah Jessica Parker y que tras su estreno en Estados Unidos está por llegar a salas británicas, echó por tierra cualquier posible comparación entre las queridas criaturas que encarna en la pantalla grande y su vida real.
“En la vida real es como en sus películas?”, le preguntaron, a lo que respondió: “No, tengo lados oscuros. Puedo tener muy mal humor. Estoy lleno de odio”.
En una breve actividad promocional en un hotel londinense a la que asistió la agencia alemana DPA, Grant eligió narrar su experiencia con un oso para el filme “Letra y música” (2007) y sostuvo que el animal “inspiraba miedo. Pero luego de una hora y media de trabajo con el oso comprendí que estaba más interesado en el trabajo de actor que yo”.
Un oso dormilón
“Quería que lo cepillaran y lo acariciaran, quería ser elogiado y alentado, al igual que yo... nos sentamos juntos a almorzar y conversamos sobre teatro”, relató la estrella de películas como “Notting Hill” y “Cuatro bodas y un funeral”.
En los escasos 17 minutos que duró su contacto con los medios, el intérprete confesó que ama a su automóvil Audi.
“Soy absurdo, a veces voy a almorzar a mi auto”, comentó.
Con estas declaraciones lo que parece haber conseguido el famoso actor no es promoción para su película sino que comenzaran a rodar una serie de rumores que daban cuenta de distintas elucubraciones de la prensa respecto a la salud mental del artista, uno de los más famoso de Gran Bretaña.
A raíz de esto, en algunos programas radiales comenzaron a recordar el sino trágico de actores y actrices que llegaron a la locura para no volver nunca más a la normalidad, por ejemplo Bela Lugosi (quien murió creyendo que era Drácula, el personaje que lo había hecho famoso), Vivian Leigh, Klaus Kinski, Anthony Perkins (murió convencido que era el personaje de Psicosis, el único que había tenido éxito y que repitió muchas veces) Buster Keaton (dicen enloqueció porque respetó a rajatabla un contrato que le impedía reír en público...) o Johnny Weismuller que en los últimos años de su vida octogenaria creía que era Tarzán, el personaje que lo hizo célebre.
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