Graciela lo intentó, pero Pachano no quiso amigarse.
Alfano venía de una semana movida, cargada de peleas y se había ido a Punta del Este a pasar el fin de semana. Ayer volvió como si nunca hubiese pasado nada. Enseguida Tinelli tiró de la cuerda: “¿Estamos bien hoy? A Graciela la veo mejor”, dijo. Y Gra disparó: “La pasé divino, me hice una limpieza cerebral”. Tinelli interrogó a Pachano: “Aníbal, Graciela vino con buen onda. ¿Te amigás con ella?”. “Yo en pavadas no creo. ¡Es un potus!”. Tinelli pidió piquito y Gra no tuvo problemas, pero Pachano advirtió “¡Que ni se me acerque!”. Marce siguió metiendo la cola: ¿Aníbal Pachano le compraría un regalito para el arbolito a Graciela Alfano?, bromeó. “Le compraría un potus con la regadera. El potus es una planta que crece al pedo”, disparó Pachano, indiferente. E ironizó diciendo: “¡Qué Indira Ghandi que estás”. Graciela mirando a Tinelli se resignó: “Más no se puede hacer, Marce”.
Graciela lo intentó, pero Pachano no quiso amigarse.
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