“Existen tres categorías de presencias satánicas en la vida de una persona: obsesión, vejación y posesión, que junto con la infestación (esto es la presencia espiritual demoníaca en una casa) resumen todas las formas de manifestación diabólica en la vida de una persona. Cada una de ellas abre la puerta a la otra si no se trata oportunamente a través de la Oración de Liberación o del Exorcismo”, expresó Acuña.
Asimismo, dijo que “la Oración de Liberación se corresponde al pedido, al ruego hecho a Dios a favor de la curación de una persona de enfermedad física, espiritual y emocional, o de un lugar (por ejemplo, el hogar, la oficina o el taller) con la conocida Bendición del Hogar. Esta Oración puede ser hecha por un ministro laico o diácono”.
También sostuvo que “a diferencia de la anterior, el Ritual de Exorcismo sólo puede ser hecho por el Obispo o sacerdote ordenado y comisionado para ello, pues contiene no solamente ruegos sino también imprecaciones, esto es, órdenes dadas al demonio en Nombre de Dios para que abandone la vida de la persona”.
“Lo dicho nos remite a muchos casos que llegan a la parroquia de jóvenes que se hieren en los brazos, las manos y las piernas y está relacionado también con una forma de tatuaje que está convirtiéndose en moda y que es el dibujo corporal a través de la herida: a modo de iniciación esotérica se dibujan dragones o cruces invertidas con bisturís u otro elemento cortante de modo que al cicatrizar queda impresa la figura en cuestión”, destacó el obispo.
Según el experto, “existe una forma de pacto satánico que se da a través del dolor autoinfligido y el ejemplo más claro es el cantante Marilyn Manson, quien ha grabado videos utilizando algunas herramientas propias del satanismo para autolastimarse. La obsesión que produce el demonio no solamente tiene lugar entre los jóvenes, sino también entre los adultos”.
“Sucede que la obsesión diabólica -correspondiente al deseo de muerte- puede también heredarse. Es probable que en el árbol genealógico exista un antepasado que cometió suicidio o que vivió inclinado a cometerlo y este espíritu, si no es filtrado con la Luz de Jesús, puede posarse sobre un descendiente de la familia. Es comprobado el caso de algunos suicidios cometidos exactamente igual por un abuelo y su nieto, hasta en la fecha”, cerró Acuña.
Fuente: www.popularonline.com.ar
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