Después de informar con lágrimas en los ojos su separación definitiva, Pamela David siguió desahogándose en los medios sobre el dolor que le produce haberse separado del padre de su hijo Felipe, el jugador de basquet Bruno Lábaque: “Estando enamorada permití un montón de cosas que, más tarde, me di cuenta que no eran normales. Yo me echo mucho la culpa por haber permitido situaciones que podría haber evitado.
Celos destructores
Los celos de pareja pueden destruir matrimonios y éste sería uno de los casos por el trabajo de David, que en muchas ocasiones debe aparecer como una mujer sexy y fatal. “No es que priorizamos la carrera, pero habría estado bueno poner en la balanza y ver qué era mejor, porque cuando nos conocimos cada uno trabajaba en lo suyo y sabíamos los costos que iba a tener como pareja”, contó.
No por ello la vedette y coconductora de Animales Sueltos deja de hacerse un mea culpa en la relación: “Se nos hacía muy difícil la convivencia, y como no nos bancábamos, las peleas eran interminables y constantes. La culpa es de los dos”, dijo. Y luego se sinceró: “Empezamos absolutamente mal desde el día uno. Nunca me quise casar. Siempre fui anticasamiento. Cuando me casé fue una prueba de amor hacia Bruno”, y hoy llora en los medios porque no cumplió con el sueño de armar una familia.
Fuente : www.popularonline.com.ar
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