Los organizadores pidieron a los ganadores que no se extiendan en sus discursos de agradecimiento y que no lloren porque es odioso. Los ganadores de los premios Oscar de este año serán parcialmente censurados por los organizadores, pero no por cuestiones ideológicas o estilísticas, sino para evitar que la ceremonia se transforme en algo “odioso”. Todos los años, las estrellas de Hollywood que reciben un Oscar dan su discurso de agradecimiento, a veces emocionadas hasta las lágrimas. Pero como los monólogos se prolongan más de los dos minutos permitidos, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, que entrega los premios, repartió una serie de consejos.
Un manual de etiqueta
Se trata de una suerte de manual de etiqueta, donde se advierte a los candidatos que no lloren cuando reciban la preciada estatuilla porque “es lo más odioso que pueden hacer”. Además, los organizadores pidieron que los potenciales ganadores tengan dos discursos preparados: uno de dos minutos para pronunciar en la ceremonia y otro, que puede ser más largo, para decir en cámara tras bambalinas.
En el tiempo estimado
De esta manera, los organizadores se asegurarán de poder llevar a cabo una ceremonia ordenada y en el tiempo estimado, que será hoy, en el teatro Kodak de Los Angeles. La idea es que los actores puedan emocionarse tanto cuanto quieran y deshacerse en discursos, pero fuera de cámara. Y la Academia, agradecida.
Temor a los discursos
Otro de los motivos de la imposición de una rígida brevedad a los ganadores a la hora de agradecer es, en realidad el temor a los discursos que más de una vez terminaron siendo un dolor de cabeza legal para la Academia de Cine por quienes se sintieron agraviados. |
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