domingo, 7 de marzo de 2010

UNA HISTORIA DE AMOR EN VILLA DEL PARQUE

En 1988 Cinema Pararadiso conmovio al mundo, hoy aquello pasò en un barrio de Buenos Aires.
La pasión tiene mil rostros: personas que aman a otras personas, personas que aman una idea o personas que aman cosas como el cine. Fabián Pérez no quiso ser Totó, simplemente se propuso “resucitar” el cine donde conoció el amor que suele despertar el celuloide

Noche de estreno doble: por segunda vez el cine parque abre sus puertas.

El regreso del séptimo arte “a la vuelta de la esquina”
¿Y por qué no? Esta pregunta tan simple como poderosa fue el puntapié inicial de la historia que hoy alcanza su máxima expresión con la reapertura de una emblemática sala de cine en el barrio de Villa del Parque.
Desde el martes 2 de marzo y gracias a Fabián Pérez, un periodista de 45 años oriundo de la zona, el cine barrial volvió a cobrar vida tras la inauguración del cine Parque Xacobeo.
“La verdad es que estoy viviendo un sueño del que no me quiero despertar. Cuando empecé con este proyecto, más de uno me tildó de loco porque creían que mi idea era imposible de realizar. Sin embargo, después de golpear muchas puertas y recibir varias negativas, las cosas se fueron dando y gracias a la ayuda de la Xunta de Galicia, lo logré”, detalla Fabián con un halo de satisfacción indisimulable.
El entusiasmo y la emoción que le imprime a su relato contagian. No obstante, si bien hoy desborda de optimismo, admite que el camino recorrido no fue fácil, ya que para abrir la sala debió superar varios obstáculos. “Hace más de un año y medio que la vengo remando solo. Conseguir el dinero para desarrollar el proyecto me costó muchísimo. Me embarqué en esta idea sin saber bien cómo iba a sacarla a flote, pero hice lo imposible por concretarla. En el medio me pasó de todo, hasta se inundó la saa por culpa de las tormentas de los últimos días. Pero hoy estoy feliz y les agradezco fundamentalmente a mis seres queridos, esos que estuvieron desde un principio alentando mi sueño y haciendo fuerza para que no aflojara”, cuenta.
-Mirando hacia atrás, ¿qué rescatás de esta experiencia?
-Fundamentalmente, la certeza de hacer las cosas bien y ser perseverante hace que los sueños se cumplan. Y en un país en el que hay bajas probabilidades de que esto ocurra, ver que algo que yo imaginé por tanto tiempo se hizo realidad, no es poca cosa.
-¿Cuáles fueron las principales dificultades que debiste afrontar?
-La financiación fue, sin dudas, una traba importante. En Buenos Aires no obtuve respuesta pese a que, como dije anteriormente, golpeé muchas puertas. Por esas casualidades de la vida viajé a España y terminé llegando a un ministro español al que le pedí fondos para el proyecto. Lógicamente me preguntó por qué debía él colaborar con el levantamiento de una sala en otro país, a lo que yo respondí con la promesa de difundir Xacobeo en toda la Argentina.
Las palabras de Fabián llegaron a buen puerto, ya que la Xunta de Galicia le otorgó una fuerte suma de euros destinados al reacondicionamiento del espacio y la compra de los equipos necesarios para la proyección de películas. A cambio de ese respaldo, Fabián cumplió con su palabra y le dio a la sala el nombre prometido. “Xacobeo hace alusión al año nuevo compostelano y la celebración del apóstol Santiago que tiene lugar cada 25 de julio en España”, resume.
Volver a las raíces
-¿Cuál fue tu motivación para encauzar un proyecto como el del cine Parque Xacobeo?
-Mi infancia tiene mucho que ver en todo esto. Yo venía con mi viejo a este cine cuando era chico. Solía ver las películas de Cary Grand, Gary Cooper, Palito Ortega, Carlitos Balá, incluso alguna vez me he escapado para ver las de la Coca Sarli. Años después vine a ver qué había sido de ese cine y me encontré con un centro comercial y un depósito en el lugar donde hoy funciona la sala. Ahí empecé a pensar en lo bueno que sería reabrirlo y, a raíz de un problema personal, me largué con todo.
-Tu historia tiene un notable paralelismo con la de Cinema Paradiso, el célebre film italiano que precisamente elegiste para proyectar luego del acto inaugural.
-La verdad que cuando escucho esa comparación me emociono tanto que soy capaz de ponerme a llorar. Para mí es como vivir dentro de un sueño.
-Y si de soñar se trata, ¿qué artista soñás con invitar a este espacio?
-Mirtha Legrand es una de ellas, por todo lo que representa para nuestro cine. También a Marcelo Tinelli porque él sabe lo que significa poder concretar un sueño. El soñaba con ser un gran periodista y lo consiguió. Realmente me gustaría mucho que ambos conozcan la sala.
-¿Cuáles son tus expectativas a partir de ahora?
-En líneas generales, espero que esto impulse la apertura de muchas salas más. Ojalá que otros se animen y hagan lo mismo para que el cine tradicional regrese. Parece que gracias a lo que pasó con Xacobeo se están moviendo otros proyectos, incluso ahora le voy a dar una mano a la gente del Aconcagua de Villa Devoto.
En lo que respecta a este espacio, yo quiero lograr que venga todo el mundo, sin importar la zona en la que vivan. Me gustaría que disfruten del buen cine, que vean películas francesas, españolas y otras que lamentablemente no llegan a nuestro país. Este no será un cine pochoclero sino uno muy nuestro, ligado a nuestras raíces.
El día “D”
El martes 2 de marzo es una fecha que quedará marcada a fuego en el corazón de Fabián Pérez. Ese día, el cine Parque Xacobeo -ubicado en la calle Cuenca 3252- encendió sus luces nuevamente tras 20 años de oscuridad.
El ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi; el director del Centro de Gestión y Participación número 11 de Villa del Parque, Carlos Alberto Guzzini, y el director del Buenos Aires Festival de Cine Independiente (BAFICI), Sergio Wolf; dijeron presente.
Minutos después de que los responsables de ceremonial habilitasen el ingreso a la sala, un locutor dio inicio al acto e invitó a Fabián a subir al escenario. “Agradezco a todos los que hicieron posible el sueño de este loco. Aprecio el respaldo de personas como el director del CGP de la zona, que está aquí presente, y del delegado de la Xunta de Galicia en Buenos Aires, Alejandro López Dobarro. También a Hernán Lombardi, quien finalmente respondió mis llamados. Le doy gracias a Mabel, mi mamá, por bancarme incondicionalmente y a ustedes, los espectadores, que son una parte esencial de este proyecto. Su visita hará posible que este sueño siga adelante. De corazón, les agradezco por haber venido”, concluyó visiblemente emocionado mientras recibía la ovación de la concurrencia.
La sala, con capacidad para 500 personas, se colmó con vecinos y comerciantes de Villa del Parque que no quisieron perderse el tradicional corte de cintas y aprovechar la ocasión para evocar recuerdos de su juventud.
“Solía venir todos los sábados con mi actual esposo. Por ese entonces estábamos noviando y nos acercábamos para disfrutar de las películas en continuado”, cuenta Nélida, una vecina de 78 años de edad y 52 de residencia en la zona.
“Ella veía las películas y yo aprovechaba para mirarla de reojo y acariciarle la mano”, agrega con picardía su esposo Antonio.
“Yo soy egresada del colegio Virgen Niña y solíamos venir por las tardes con mis amigas. Luego, traje a mis hijos a los que les transmití el amor y la pasión que siento por las películas”, rememora María Nieves, otra de las presentes.


Fuente : www.popularonline.com.ar

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