Susana y Damián se van conociendo de a poco.
“Algunos besos hubo”, dijo una pícara Susana que dio la pista de que su romance sigue firme aunque no quiso avanzar en detalles. “Es un muchacho fachero, simpatiquísimo”, agregó sumando misterio a su flamante relación con Damián Popiloff, el nuevo “amigovio” de la diva.
La revista Gente, en su última edición, da detalles de cómo nació la nueva historia de amor de Susana. “Pendejo de mierda, no tenés idea de cómo conquistar a una mujer . ¡Y menos a Susana! Si pretendés hacerla bien, tomá esta invitación. Te esperamos mañana en nuestro desfile”. Con esas palabras, los modistos César Juricich y Carlos Di Doménico convocaron al nuevo “amigo” de Susana, Damián Popiloff, al desfile en donde el joven de 35 años tuvo el segundo acercamiento a Susana. El primero había tenido lugar segundos antes, cuando el licenciado en comercialización se topó con la diva en el casino de Punta del Este y la encaró dejándole su tarjeta.
Lo que sigue es historia ya conocida. Popiloff fue al desfile, le cayó en gracia a la diva, luego partieron a comer pizza en La Mary (estancia de Susana) y al otro día fueron a escuchar cantar a Patricio, hermano de la diva, al Jazz Bar del puerto, en donde se les tomaron las primeras fotos juntos.
¿Corazón libre?
“Es un nuevo amigo que estoy empezando a conocer”, se animó a decir Susana al semanario, cuando le pidieron que defina qué le pasa con Popiloff. Y agregó que “soy libre, totalmente libre. Igual que mi corazón, que va adonde le gusta”.
De cualquier modo dijo Susana que “es la cuarta vez que nos vemos... ¿cómo podemos tildar la relación de noviazgo?”. Por ahora, según sus propias palabras, son amigos que se besan. “Nos cruzamos, salimos a algunos lados, charlamos, nos divertimos”, dice Susana sin atreverse a contar si ya saltó la barrera de los besos con Damián.
Lo cierto es que ella en Punta lo acompañó hasta el hotel donde se alojaba, lo cargó por el “hotelucho” en donde estaba parando y luego lo invitó a La Mary. El pasado jueves 14, lo llevó al Conrad a ver el recital de Julio Iglesias, cenaron en St. Tropez y luego terminaron la noche en el sitio exacto en donde se habían conocido: el casino.
Allí jugaron fichas en el tragamonedas, compartieron unos tragos -ya en soledad, sin el séquito que habitualmente rodea a Su- y luego se despidieron en el estacionamiento del lugar, sin dejar pistas acerca de si más tarde se encontrarían a solas en un lugar mas íntimo.
Testimonios recogidos por la revista dan cuenta de que a Popiloff le atraen el golf, el cine, leer, cocinar y lo describen conocidos como “medio chantún, aunque bastante querible: uno de los típicos porteños que a todos les cae bien”.
Entre sus trabajos se cuentan pasos más o menos breves por Telecom y varias empresas reconocidas de alimentos, cosméticos y biromes. Hijo menor de una familia judía numerosa, sus padres Lidia (72) y Gregorio (83) -dice la revista- al enterarse de que su hijo salía con Susana expresaron: “Si nuestro hijo anda feliz, nosotros andamos felices”.
Ahora Susana se apresta a viajar a Miami, en donde festejará su cumpleaños el 29 de enero. En un ritual en donde sólo están sus afectos, este año tal vez haya una silla más para un “chantún querible” que se está robando su corazón.
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