“A mis nenas les digo que estoy solterito de nuevo”, había dicho Sandro a una radio de Lanús.
La noticia cayó como una bomba. Al hacerse pública la separación de Sandro de su mujer, María Elena Fresta trascendieron más detalles de los términos de la ruptura de una relación que duró dos décadas.
En una de las ediciones de “Intrusos en el espectáculo” el columnista, Luis Ventura contó que la separación habría sido un tanto tensionante: “El arreglo habría sido el siguiente: Sandro le habría dejado dos propiedades, una en Capital Federal y otra en Provincia de Buenos Aires. Dentro del acuerdo también se incluiría un negocio”.
Según Ventura “la ruptura se habría realizado con escribano mediante, con una cláusula del cantante, por la cual su ex mujer no haría pública la relación y la intimidad” ,que la pareja cultivó durante años.
Cada uno por su lado
Sandro en el ambiente artístico es uno de los personajes más misteriosos e inaccesibles para las entrevistas, y menos para ventilar detalles de la vida privada. María Elena se mantuvo aún más oculta de la prensa que todos estos años.
Cambio de amor
Entre los detalles que Ventura destacó de los términos de la inesperada separación, fue que “Sandro habría echado de su mansión de Banfield a la gente de confianza de María Elena, entre ellos, el jardinero, la empleada doméstica, el chofer y la persona de mantenimiento”.
Sandro, un celoso acérrimo de su intimidad, claro está que no hablará de la separación con la prensa. El cantante habría elegido una radio de Lanús para decir “estoy sólo chicas” y para él con estas palabras es más que suficiente. Claro está, para él ya todo está dicho.
Sin embargo, al poco tiempo, Sandro instaló en su casa a Olga, una secretaria madura que conoció hace muchos años (atendía el teléfono en El Castillo, su estudio de grabación de Boedo) y que fue su última pareja.
Fuente : www.popularonline.com.ar
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