La farándula le sigue dando el último adiós a El Gitano. Todos los consultados coinciden en que Roberto Sánchez ya entró en la categoría del mito y aseguran que será una de las figuras más veneradas del mundo del espectáculo vernáculo y de toda América Latina.
Para Dyango (cantante español) Sandro ha dejado una escuela. Con él éramos amigos de verdad, muy amigos, de encontrarnos, de compartir chistes, tristezas y alegrías. Es cierto que cuando un amigo se va queda un espacio vacío, ahora lo entiendo. Pero sin lugar a dudas. Nunca olvidaré sus gestos: cuando lo iba a ver al teatro me recibía con una copa de champán que decía su nombre, son cosas no comunes, no muchos lo hacen”, sostuvo en Puroshow.com.
Otro cantante, pero de nacionalidad venezolana, José Luis Rodríguez: “Es un irreemplazable, de todos modos, las cosas que se mueren son las formas, pero su música y sus canciones quedarán con nosotros para toda la vida. Sandro era un volcán sobre el escenario, él fue el pionero del rock en español. Hace muy poco tiempo, en el programa de Susana Giménez, nos cruzamos telefónicamente, y tuve la oportunidad de expresarle, una vez más, mi admiración por él”.
Carmen Barbieri fue una de las primeras en declarar que ella siempre se sintió como una de “las nenas de Sandro”. Luego agregó: “Perdimos a uno de los más grandes artistas nacionales. Perdimos una estrella. Recién me llamó mi mamá llorando y me contó que Sandro se había ido. Roberto fue alguien muy querido para mi familia. El siempre me decía cosas lindas, porque le gustaban las mujeres grandes y gorditas, como yo”. También la capocómica se refirió a la última mujer de Sandro, Olga: “Para cualquier mujer que acompaña a un hombre enfermo, es difícil. Ella lo ayudaba a bañarse, a dormir, a que la vida le sea más fácil, yo la admiro”.
Barbieri también una anécdota con Sandro: “Era un gran seductor. Una vez, hace muchos años, fui a grabar un sketch con él en América, creo. Y él estaba grabando hacía rato con sus amigos y el clima era de fiesta, se reían, charlaban. La noche pasó y yo no pude grabar, me fui maquillada. Llegué a mi casa y había un ramo de rosas que decía: ‘Perdón, gracias, Roberto’. Todavía tengo los pétalos guardados”.
Georgina Barbarossa, muy triste, señaló: “Estoy desolada porque se fue un ser divino, todo el mundo sabía que yo estaba enamorada de él. Disfruté con él muchos momentos. El me llamó cuando quedé viuda y me ayudó con su palabra. Era un ser de gran generosidad. Ya uno no quería que sufriera más, tenía a un país rezando por él. Yo prefería que ya no sufriera más de lo que lo hizo. Pero él era un hombre muy inteligente porque llevó su vida artística y privada maravillosamente”.
La actriz agregó: “Creo en el poder de la energía y la oración y fantaseé con que nos diera una sorpresa una vez más. Yo hablé con él una vez, porque necesitaba hacer una entrevista que levantase el rating. Me aparecí en su casa, era una noche como a las once, muy tarde. Toqué el timbre y dije: ‘Flaco, necesito que me des una mano porque me van a levantar el programa’. Nos quedamos charlando hasta la madrugada, al día siguiente hicimos la nota. Era divino, era un sol hasta en alpargatas”.
La cantante María Martha Serra Lima, quien sostiene que mantuvo un amor secreto durante ocho años con Sandro, muy consternada sostuvo: “No creí que iba a pasar. Estaba comprándome ropa en una boutique y llamaron para avisar. Estoy desconsolada. No puedo ni hablar del tema. Creo que él se enamoró de mí, fueron ocho años de romance en silencio. Eramos dos figuras muy antagónicas y preferimos guardar el secreto”.
Fuente: www.popularonline.com.ar
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