Susana y Jorge Rama en otros tiempos, cuando no había problemas.
Entre otras cosas, lo trató de borracho. También habló de los problemas de su hija
Susana Giménez prefirió hacer catarsis con Jorge Rial en su programa de radio Ciudad Gotik, tal como acostumbra hacerlo con la abuela (el personaje de Antonio Gasalla) en el living de su ciclo. Allí, sin filtró, trató de “drogón y borracho” a quien fuera su última pareja oficial, el empresario uruguayo Jorge Rama, con la intención de parar las versiones de separación de su hija, Mercedes Sarrabayrouse, con su marido Eduardo Celasco: “Ellos están bárbaros, rearmando la pareja”.
Inesperadamente Susana abrió la boca justamente de los temas que no le causan gracia. Si bien es cierto que la diva de los teléfonos cuenta su vida por televisión, también es sabido que tiene sus pudores. Fuera de su programa, eligió al chimentero Jorge Rial para dejar algunos asuntos personales en claro.
Cuando la diva comenzó a hablar de su última pareja, Jorge Rama, descargó toda su artillería que, aparentemente, hace tiempo tenía guardada: “El día que me enteré le dije que se vaya inmediatamente. Que se olvide de mí. Fue una cosa desagradable. Yo ya no sé más nada. Lo eché yo. La relación ya estaba sufriendo un desgaste. Yo notaba que estaba cada vez más distinto. A mí no me costó terminarla. No soporto a los hombres ni borrachos ni los drogones”.
No es para menos, el mal trago que Susana vivió con Rama en la última fase de la pareja. Cuando la revista uruguaya la involucró a ella por ser la novia de Rama en el tráfico de drogas, la diva ya no aguantó más. Fue, claro está, la gota que rebalsó el vaso. Hoy por hoy lo único que la diva sabe es que el empresario uruguayo se encuentra en una clínica de rehabilitación.
“Puso todas sus cosas en una valija. Por supuesto que lo eché yo. No me costó nada terminar la relación. Igual, si hubiera estado enamorada, lo habría dejado también porque no quiero en mi casa drogones ni borrachos”. Una posición tajante que la diva tomó, pese a la insistencia de él de que lo perdonara.
Los escándalos de Mecha
En tres ocasiones Susana habló sobre los escandalosas idas y vueltas de su hija, Mercedes Sarrabayrouse, y su esposo, Eduardo Celasco. La primera vez fue cuando Su estuvo en la mesa de Mirtha Legrand el año pasado. Allí sostuvo que “llevan una relación de muchos años, 16 años. Ya se van a arreglar los chicos”. Por aquel entonces, recién se conocía la noticia de que Celasco mantenía una relación con Victoria Rodríguez, una de las mellizas Petardo.
La segunda vez fue cuando la Abuela en el living le cantó las 40 y ella, muy estoicamente, soportó los comentarios que estaban en boca de todos. En ese momento tampoco abrió la boca sobre la vida sentimental de su hija.
La tercera vez fue la vencida. Susana descargó con Rial en su programa de radio: “Mi hija tuvo 40 años de perfil super bajo y de repente tuvo un problema de pareja, pero ella tiene la mala suerte de ser hija mía. Las cosas que se dicen son falsas, absurdas y locas. Yo la acompaño, es mi hija. Es lo máximo que tengo. Pero dicen cosas increíbles y no se lo merece”. Respecto de su hija, Susana declaró lo justo y necesario con la intención que paren las guardias de los paparazzis. En sus declaraciones siempre protegió la integridad de su hija y de sus nietos. Sobre todo ante los comentarios de Luis Ventura, que el nieto era el que más sufría que los trapitos salieran al sol.
Fuente : www.popularonline.com.ar
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